Los fundadores de manera inconsciente se mueven por el mundo maquinando nuevas maneras de hacer las cosas, de crear productos y servicios que sean necesarios, pero sobre todo que nadie antes los haya concebido. Un buen día, ocurre que la idea surge y comienza la gran aventura, una aventura que puede levantar un millón de dólares, ése es el objetivo.
Un buen día a Jorge Peñalva le surgió la idea de crear Lang.ai, una plataforma SaaS que tiene como objetivo democratizar el acceso de las empresas a modelos de procesamiento de lenguaje natural. Desarrolló la idea y terminó levantando 10. 5 millones de dólares. Lang.ai etiqueta de forma automática las conversaciones de los clientes para resolver problemas de servicio de forma más rápida ya que utiliza inteligencia en las interacciones del servicio, una guía valiosa para mejorar la experiencia al cliente y también para orientar la estrategia del producto.
En el mundo de los negocios no hay una fórmula establecida para conseguir la innovación que logre el éxito. Todos los emprendedores están ávidos de encontrar la receta secreta para conseguir una idea disruptiva, y así lograr inventar un producto que todos necesitamos, pero que aún no es inventado; sin embargo, la paradoja de la enseñanza del espíritu empresarial es que tal fórmula, para la innovación, no puede existir.
A Sebastián Jiménez se le ocurrió la idea de dar una segunda vida a dispositivos electrónicos usados, haciéndolos mucho más asequibles para todos, acelerando así la transición del mundo a un consumo sostenible e inclusivo. Decidió venderlos por internet y así surgió Refurbi. Empresa que se esfuerza por ofrecer productos a precios muy asequibles, de manera que más personas tengan mayor acceso a mejores dispositivos y tecnología. Asimismo, donan equipos reacondicionados para mejorar la experiencia de aprendizaje de niños con escasez de recursos.
Cada innovación es nueva y única, ninguna autoridad puede prescribir en términos concretos cómo ser más innovadores.
Gregorio López, Augusto Fernandez y Antonio Valenzuela, cofundadores de Mox, tuvieron la idea de crear una empresa dedicada a la logística de última milla. Esta startup ofrece soluciones orientadas a logísticas para la última milla desde la entrega de la mercancía y reclutamiento de personal hasta el desarrollo de sistemas de tecnología. Actualmente Mox cuenta con más de 1.000 repartidores asalariados en más de 45 ciudades en España e Italia con un modelo de contratación sostenible.
De hecho, el patrón más poderoso es que las personas exitosas encuentran valor en lugares inesperados, y lo hacen al pensar en los negocios a partir de principios básicos en lugar de fórmulas.
En el mundo altamente competitivo en el que vivimos, las ideas innovadoras son las que lo diferenciarán del resto. La innovación mantiene a una empresa relevante durante un período de tiempo más largo. Para crear un producto notable, una marca fuerte y construir su red de clientes, necesita innovar.