Cucuru viene a revolucionar la forma en la que se hacen los pagos B2B en Latinoamérica y acercar a todos en el ecosistema de consumo un paso más a la inclusión financiera. Las tienditas hoy por hoy tienen que pagar al momento todo su inventario a las compañías de FMCG como Bimbo y Coca-Cola y esto es en efectivo, un método de pago que cumple su propósito pero, ¿a qué costo? Es caro moverlo del punto A al punto B, es inseguro y además añade fricciones operativas.
¿Qué pasaría si añadimos a la conversación un método digital 10 veces más barato que las alternativas actuales y que además cuente con opciones de financiamiento y liquidez inmediata para los comercios? Una revolución de inclusión como platicábamos más arriba. Eso es lo que está haciendo el equipo de Cucuru y nos emociona acompañarlos en el equipo, sabemos que es ambicioso pero confiamos en que este equipo extraordinario lo hace alcanzable.
Es la primera vez que nos encontramos como fondo con un equipo de founders salido de un libro teórico de emprendimiento. Cucuru tiene un equipo de 3 founders, número que muchos VCs consideran idóneo, que combina perfiles complementarios.
En Pablo García, CEO, tenemos al visionario, un viejo lobo de mar con experiencia en pagos en el Banco Central de la República Argentina que puede plasmar en el plan de mediano y largo plazo que tiene para Cucuru.
Por otro lado, su tocayo Pablo Díaz, CTO y el hacker del equipo, tiene un único objetivo al día de hoy y ese es el producto. Tiene experiencia previa construyendo arquitectura compleja y con un alto grado de seguridad, elementos clave para la tarea que quieren llevar a cabo.
Finalmente y esencial para Cucuru, Anaís, en quien vemos el corazón del equipo en estos sprints iniciales y fungiendo como piernas y brazos de la operación diaria. Con sus set versátil de habilidades, similares a una navaja suiza, confiamos en que un equipo pequeño será ágil y veloz desde el principio.
Sabemos que una vez que el equipo de Cucuru comience a permear el mercado, todas las partes del proceso de consumo sentirán un beneficio tangible; los comercios podrán aceptar más métodos de pago, incrementando sus ventas, y podrán tener financiamiento. Los proveedores, que no se limitan a empresas FMCG , por ejemplo empresas cementeras y de otros materiales de construcción, podrán dejar de lado las fricciones que implica mover efectivo físico; y, finalmente, el consumidor tendrá más puntos de venta para utilizar sus tarjetas y otros métodos de pago en tendencia por el crecimiento de productos fintech en la región.
Una vez más, estamos muy emocionados de formar parte del camino que Cucuru tiene por delante para transformar la forma en la que se hacen pagos B2B en la región.